Es probable que sus auriculares sean resistentes al agua, pero también pueden ser impermeables. Para asegurarse de que puedan soportar episodios bajo la lluvia, entrenamientos sudorosos o gotas accidentales en la piscina, debe encontrar su calificación de protección de ingreso (IP).
Una calificación IP consta de dos números. El primer número indica la capacidad de un producto para evitar daños por objetos extraños sólidos, y el segundo número indica la capacidad de un producto para evitar daños en el agua.
Desea que sus auriculares tengan al menos una calificación IPX4. Esta calificación significa que los auriculares no se probaron formalmente para la entrada de sólidos, pero no serán dañados por salpicaduras de agua. Si sus auriculares tienen una calificación IP más robusta, como el IP57 de Samsung Galaxy Buds 3 Pro, no serán dañados por el polvo y pueden sobrevivir gotas accidentales en el agua.
Los fabricantes envían sus productos a las instalaciones de prueba IP para certificar un producto. Para determinar la entrada de polvo, un dispositivo se coloca en una cámara de polvo, se rocía con polvo y se desmonta para evaluar cuánto polvo hay dentro. Las pruebas de agua son más completas, exponiendo dispositivos al agua y otros líquidos. El laboratorio someterá a un dispositivo a gotas de agua constantes, lluvia simulada, chorros de agua o inmersión en agua para determinar la entrada líquida.
Si su dispositivo no tiene una calificación IP, no necesariamente significa que el producto no pueda resistir el sudor o los viajes bajo la lluvia. En cambio, la compañía no envió formalmente un producto a un laboratorio para realizar pruebas. Sin embargo, es mejor garantizar los niveles de protección de su dispositivo y elegir auriculares con una calificación IP oficial.